Limpieza de cutis

La piel es un órgano complejo formado por tres capas: la hipodermis, la dermis y la epidermis, atravesadas por infinitas terminaciones nerviosas.

La piel al igual que el rosto está en contacto directo con el mundo que nos rodea y, por tanto, desempeña un papel esencial de escudo contra las agresiones externas, como el viento, la contaminación, el frío, las variaciones de temperatura y los rayos UV, pero también el maquillaje y los productos que le aplicamos.

Si cuidar la piel a diario es importante desde un punto de vista puramente estético, también es esencial utilizar a diario productos adecuados para el cuidado de la piel, con el fin de ayudarla a realizar plenamente su función de barrera protectora.

Limpiar a fondo la piel, hidratarla y desmaquillarla con productos de calidad adaptados a tu tipo de piel son pasos esenciales para preservar la belleza, la salud y la juventud de tu piel durante más tiempo.

En Rembrandt realizamos tratamientos profesionales de limpieza de cutis, utilizando sólo los mejores cosméticos, que no sólo están probados dermatológicamente y son hipoalergénicos, sino que también proporcionan el mejor cuidado e hidratación para la piel del rostro.

Sea cual sea tu tipo de piel, la cuidaremos adecuadamente. Tenemos años de experiencia, por lo que no nos asustan las pieles secas, sensibles, mixtas o vasculares. Te sugeriremos algo perfecto para ti, incluso si tienes la piel más exigente.

La limpieza clásica está destinada a personas con pieles muy contaminadas, como tratamiento independiente o como complemento del tratamiento de limpieza.

¿Cuándo es necesario realizarse una limpieza de cutis?

Uno de los procedimientos cosméticos más recomendados e imprescindibles es la limpieza de cutis. Sin una limpieza profunda y a fondo, tu piel nunca será perfecta. Por muy buenos que sean tus productos de belleza o por muy guapa que seas, si tu piel no está limpia de dentro a fuera, no se verá bien por fuera.

La mayoría de las mujeres lo saben y entienden la importancia de mantener su piel limpia, pero no toman medidas. O bien sustituyen las mascarillas por otras caseras que no son recomendables, o no las utilizan con la frecuencia que deberían, o no las utilizan en absoluto.

En Rembrandt, ofrecemos una limpieza facial profunda. Así que ahora es el momento de relajarte y ponerse en manos de profesionales que te conozca bien y te deje como nueva.

• Primero limpiamos el rostro, eliminando todo rastro de maquillaje e impurezas.
• Exfoliamos, eliminando cuidadosa y suavemente las impurezas de lo más profundo de la piel.
• Aplicamos vapor de ozono para hidratar y suavizar la piel, abrir los poros y eliminar los puntos negros.
• Eliminamos los puntos negros. Esto se hace muy suavemente presionando con la punta de los dedos para no dejar marcas en la piel.
• Se procede a cerrar los poros mediante irradiación de radiofrecuencia y cauterización para oxigenar la piel.
• El masaje facial es el sexto paso e incluye un masaje en la cara y el cuello para tonificar la piel.
• Aplicamos una mascarilla adecuada para cada tipo de piel.

Como suele ocurrir, el secreto está en cuidarse bien. La piel sana responde bien a cualquier tratamiento. Cuando utilices cremas y cosméticos, es conveniente que cuides tu piel previamente. En cuanto al rostro, es importante lavarse la cara con regularidad para que la piel brille sin necesidad de aplicar varias capas de base de maquillaje.

El maquillaje se utiliza para disimular las imperfecciones y mejorar el aspecto de la piel, pero si la cuidas regularmente, puedes ahorrarte muchos pasos y utilizar menos producto, lo que permite que tu piel respire y tenga mejor aspecto.

La limpieza profunda ayuda a eliminar los puntos negros, los granos, los poros y otras imperfecciones, y también es eficaz para combatir las arrugas y las manchas. Se recomienda hacerlo una vez al mes o una vez cada dos meses, por lo que lo ideal es limpiar el rostro antes y después del verano. La piel grasa no puede tratarse con los mismos productos que la piel seca o sensible.